Como funcionarios públicos que somos y como docentes comprometidos con nuestro trabajo y la educación, seguiremos desarrollando nuestra labor con el máximo de profesionalidad aunque las condiciones laborales no sean las mismas y lucharemos por dar a nuestro alumnado la mejor educación posible, esa y no otra, ha sido, es y será, nuestra principal preocupación.
El sentimiento y el pensamiento que os embargan es que el centro IES La Maroma no se cierra por mucho que se cierre el edificio que ahora mismo lo alberga. Que el centro seguirá abierto allí donde estemos nosotros y nuestro alumnado y que seguiremos dando clases para hacer de ellos ciudadanos y ciudadanos libres y responsables, críticos y democráticos, capaces de rebelarse ante una injusticia como la que ahora se quiere cometer contra ellos como destinatarios del servicio público educativo.