Las normas de convivencia establecidas persiguen un único objetivo: facilitar la vida en común de todos en el centro. Por ello, deben apreciarse en lo que son: una herramienta que facilita la convivencia entre los integrantes de la comunidad educativa y la conservación de las instalaciones y los materiales.
Son también una garantía de que el derecho a la educación sea respetado, y todos podamos desarrollar al máximo nuestras habilidades sociales, intelectuales y humanas.